Detrás del pino
más allá de los matorrales
justo debajo de los chopos amarillos
solo quedan las sombras de una singular luna
proyectada a lo largo de un planeta insípido que se vuelve espejismo.
Dentro mío
detrás de oportunas costillas
mancillado entre músculos minúsculos
explota un corazón abatido por infructuosos latidos
condenado a ser víctima de prácticas mal sanas y desbocadas.
sábado, enero 21, 2006
Suscribirse a:
Entradas (Atom)