domingo, enero 14, 2007

Angularidad No. 8


Y yo sé que te tengo que olvidar.

Pero si con una lagrimita en los ojos me aseguras que le has pedido al santo de tu devoción, para que yo piense mucho en ti ... para que no deje de pensar en ti?

martes, enero 02, 2007

Si no fuera por vos

Hoy, al despertar, me acordé de vos, te metiste en mis pensamientos de un modo insistente, en la ducha, en la ropa y hasta en el café que tomé. Quise apartarte al abordar mi vehículo y apenas si me percaté de que no había colocado el marchamo.

Coloqué el celular y la billetera en el techo del vehículo mientras cambiaba la calcomanía y supuse que, de existir, ya lo habrías hecho con antelación, sin carreras, sin compromisos. Tiré la basura por allí, abordé el vehículo y me marché de casa.

Unos minutos más tarde eché un vistazo para tener el celular a mi alcance, pero no lo vi. Me detuve, busqué por todo lado, supuse que lo dejé en la casa y regresé. Al bajar, lo vi en el techo ... y me acordé de la billetera.

Hoy el día se me pasó en menesteres que no tenía planeados: reponer licencia, solicitar cédula, reponer tarjetas en BP, BNCR y BCR y ... no sé, algo anda mal conmigo. Pero me gustó el trato de Gladys Ampié en el Banco Nacional, aparte de atender mi solicitud de reposición conversamos un rato y gozó de la forma en que me deshice de mis documentos. Luego le dije si no era posible que sacara un permiso para que me acompañara a BP y BCR y me atendiera en esos bancos.

El trámite en licencias era irracional: 3 filas, una para solicitud, otra para pagar y la tercera para la foto. Al llegar a esta última no acepté la multitud por lo que cobnsulté si podía volver al día siguiente directo a la tercera fila. "Sí, pero si viene tempranito". En realidad no entendí pero debe haber formas más racionales y eficientes de tramitar documentos. Obviamente si uno ve por allí un conocido que trabaja en el sitio, se le acerca, le recuerda los buenos tiempos, se pregunta por la familia y luego le expone la experiencia martir, al punto que nuestro amigo se solidariza o nos quiere demostrar que tiene poder y nos dice: "Aguante un toque, por acá sombreado".

Uno espera unos minutillos y en un abrir y cerrar de ojos le toman la fotilla y le entregan la licencia. (y sin gavilanes de por medio, pura amistad) mientras la fila continúa a paso lento.

¿Debo sentirme mal? No lo sé, he dejado de sentirme mal y prefiero esperar la luna llena de pasado mañana.

Este será un buen año, no sé, lo percibo en el ambiente.