jueves, junio 25, 2009

Volcán


Cuánto no pagaríamos por ver la luna brillar, si una imperiosa naturaleza no hubiera hecho de tal espectáculo una función gratuita?

Lo mismo sucede con el Volcán Irazú, en Cartago, Costa Rica. Hay una extraña belleza encerrada en su interior.

Gotas de lluvia en mi ventana


Llovió una vez con la fuerza torrencial de una mar en calma. Y llovió otra vez y tres y cuatro. No paró de llover aún cuando se aproximaron primaveras y veranos. Desde entonces las constantes gotas de lluvia resbalan por el cristal de mi ventana y por un instante creo ver tu asomo, como cuando solías buscar el adiós de la tarde.

viernes, junio 12, 2009

Piedras en el camino


Son las márgenes del río Tempisque, Guanacaste, Costa Rica. Las rocas a la orilla son una invitación para posarse en ellas y contemplar el horizonte montañoso.

Cada vez que lo hago siento rejuvenecer esperanzas, como si el soliloquio fuera escuchado por alguien más.

De todos modos el susurro de aguamarina prolongando el matiz del campo es suficiente.

El tronco de mi jardín


Fue un buen árbol. Robusto e imponente hacia el cielo, hasta que llegó su decadencia. Solo un tronco queda, sin hojas, sin verde. Preparado para derrumbarse un día, cuando ya no se resista a sí mismo, cuando el cielo azul y limpio, su ansida meta, esté más distante.

¿Qué ha de ser del hombre cuando se asome el ocaso al final del día? Cuando se derrumbe como el tronco de mi jardín.

El jade de mi jardín


Tengo un jardín. El jade ha crecido lo suficiente como para permitir asomarme a través de él y me incita a pensar en verde ... por el ambiente, por el planeta. Pensaré en verde con más frecuencia, apagaré las luces, reciclaré, seré más biodegradable.

Ya me convencí!