jueves, junio 22, 2006

Angularidad No. 5

Sonó escandalosamente. El pitido rompió con el silencioso matiz de la noche, la hizo propicia. Esperó un momento mientras miraba alrededor. Después de aguardar unos minutos que se hicieron eternidad, se acercó al celular y con las manos temblorosas lo tomó.

"You've got a message"

Lo pensó unos instantes y luego se decidió a leerlo:

- "Buenas noches"

Sonrió con gajitos de temor en las comisuras de su boca. Activó el silenciador y respondió:

- "Igualmente, pero..."

Esa interrupción era la clara intención de continuar.

- "Pero qué?"

- "No sé. Cuál es el mejor momento vivido últimamente que se te viene a la mente?"

- "Qué te pasa? Te noto extraña."

- "Nada. Estoy sensible."

- "Anoche."

- "Cómo?"

- "El mejor momento. Anoche. Estabas espléndida. Hacerte el amor anoche fue lo mejor"

Sus manos temblaban en forma descontrolada mientras se aferraba al letrado de la pantalla. Entonces se percató de que su corazón palpitaba con más intensidad.

- "Qué más?"

- "Tus pechos, tu sexo, penetrarte completamente y la forma en que te vuelves loca de delirio. Toda insaciable."

Cerró los ojos e imaginó las escenas vividas, con tal intensidad que una lágima fuerte y poderosa escapó de su laberinto y rodó eternamente hasta suspenderse en el vacío. Luego, apagó el celular.

Tomó el último sorbo de soda mientras el noticiario finalizaba en el televisor. Apagó las luces y se fue a su habitación. Colocó suavemente el celular de su esposa en la mesa de noche, se sentó en la cama y la miró de pies a cabeza mientras su mano recorría temblorosamente sus pies, sus muslos, sus caderas, su pecho y su cuello.

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