martes, junio 27, 2006

Disyuntiva Existencial No. 6

Hoy es el primer día del resto de mi vida, así que me levanté esplendoroso, rebozante de energía y con toda la fortaleza física, emocional y espiritual para salir de la sima y alcanzar la cima. En mi empeño por conseguirlo corrí impetuosamente hacia el horizonte hasta que un sombrío panorama apareció ante mí: Había n posibles cimas por alcanzar.

Fui ambicioso, lo reconozco, así que opté por la que parecía ser la cima más elevada y prometedora y comencé a escalar, cargando conmigo ciertos temores e inseguridades, donde prevalecía aquel trillado pensamiento: Habré tomado la decisión correcta?

A medio camino, cuando ya había agotado la mitad de mis energías, topé con el inmenso muro que me impedía el paso y un letrero que me advertía: "Esta cima es solo para cierto linaje, no es para usted"

Pensé en escalar el muro pero me llené de temores al ver el alto riesgo que ello implicaba.

Dos ancianos, uno a cada lado del muro me miraban ansiosamente, me acerqué al primero y le dije:

- Quiero alcanzar esa cima, pero he llegado a un punto en el que no sé que hacer.
- Creo que el mensaje es claro amigo. Dios tiene otros planes para ti y te lo está advirtiendo a tiempo. No contradigas sus designios porque El sabe más. El quiere que abandones esta ruta y busques la que te corresponde, al encontrarla ella se ampliará ante tu presencia y se iluminará.

Entonces el otro anciano intervino:

- El mensaje es más claro de lo que te imaginas amigo. La cima es para para el linaje de aquellos quienes de un obstáculo ven una esperanza, una oportunidad y continúan su camino con más corage. Usted decide si pertenece a ese linaje o no. Ve y vence los riesgos.

* * *

Cuando el hombre llegó, miró el muro y advirtió que tres ancianos le miraban ansiosamente.

jueves, junio 22, 2006

Angularidad No. 5

Sonó escandalosamente. El pitido rompió con el silencioso matiz de la noche, la hizo propicia. Esperó un momento mientras miraba alrededor. Después de aguardar unos minutos que se hicieron eternidad, se acercó al celular y con las manos temblorosas lo tomó.

"You've got a message"

Lo pensó unos instantes y luego se decidió a leerlo:

- "Buenas noches"

Sonrió con gajitos de temor en las comisuras de su boca. Activó el silenciador y respondió:

- "Igualmente, pero..."

Esa interrupción era la clara intención de continuar.

- "Pero qué?"

- "No sé. Cuál es el mejor momento vivido últimamente que se te viene a la mente?"

- "Qué te pasa? Te noto extraña."

- "Nada. Estoy sensible."

- "Anoche."

- "Cómo?"

- "El mejor momento. Anoche. Estabas espléndida. Hacerte el amor anoche fue lo mejor"

Sus manos temblaban en forma descontrolada mientras se aferraba al letrado de la pantalla. Entonces se percató de que su corazón palpitaba con más intensidad.

- "Qué más?"

- "Tus pechos, tu sexo, penetrarte completamente y la forma en que te vuelves loca de delirio. Toda insaciable."

Cerró los ojos e imaginó las escenas vividas, con tal intensidad que una lágima fuerte y poderosa escapó de su laberinto y rodó eternamente hasta suspenderse en el vacío. Luego, apagó el celular.

Tomó el último sorbo de soda mientras el noticiario finalizaba en el televisor. Apagó las luces y se fue a su habitación. Colocó suavemente el celular de su esposa en la mesa de noche, se sentó en la cama y la miró de pies a cabeza mientras su mano recorría temblorosamente sus pies, sus muslos, sus caderas, su pecho y su cuello.

lunes, junio 19, 2006

Sofismo a ultranza No. 2


Te vi alicaída, desaliñada
como polvoreda después de vendaval
y no te percatabas.

Te vi descuidada, olvidada de ti misma,
llevaba días en ese estado de abandono
pero vos no te veías.

Pensé:
"Debo lograr que te veas en el espejo y entiendas"

Tomé un espejo grande y lo coloqué junto a la puerta, para que cuando salieras te vieras e hicieras algo por ti.

***

Despertamos y eras una ruina. Discutimos. El baño no alcanzó a mejorar tu apariencia. La llevé a la sala y le dije:

- Estás descuidada, debes hacer algo por vos.

Y señalando al espejo, que estaba junto a la puerta te espeté:

- Anda mujer, véte!!!!!

Y vos, llena de ira, me respondiste:

- Por supuesto que me voy.


Y te marchaste.

martes, junio 13, 2006

Don Perignon


Reiteradamente, al cruzar los diez pasillos del Automercado siempre termino en el mismo lugar: el stand de vinos y licores. Me juré que el próximo logro personal lo celebraría con Don Perignon y una etiqueta:

"De mí para mí, con amor."

Anoche sucedió. No lo pensé dos veces porque si lo hacía echaría marcha atrás. Simplemente tomé la botella y la coloqué delicadamente en el cesto, luego, con el paso imperioso de un pavo real caminé hasta la caja, le sonreí a Julia, quien siempre me atiende porque es como el Don Perignon, saqué la dorada que me llegó un día por cortesía, le dije adiós y desaparecí.

Mi casa es silenciosa hasta que mi gatita persa opta por escandalizar los rincones. La puse en mis regazos y la acaricié con el mismo ensimismamiento que lo hacía con la copa. Pensé que iba a ser diferente, glamour de por medio, pero todo se mantuvo como si se tratara de una noche cualquiera.

Cuando la botella se vaciaba hasta casi alcanzar la mitad sucedió lo otro. Pensé en mamá.

Una vez más.

Si alguna vez me ha necesitado no lo sabré. ¿Habrá exclamado alguna vez: Hijo mío dónde estás? ¿Sabrá que existo y que mi existencia es algo más que ocupar un lugar en el espacio? Definitivamente el champagne excita la memoria.

Al cabo de unos minutos me dio por llorar y asociado a mamá me llegó el recuerdo de mi Angela, mi niña sin edad, y luego Lara y luego las circunstancias, que me son de esas que no dejan oportunidad de tener otra oportunidad...pero a qué hombre se le ocurre llorar en medio de una noche brumosa, sin más compañías que el recuerdo de sus mujeres.

Algo extraño, extraño algo!!