domingo, marzo 26, 2006

Las olas solas de cierto desierto desierto


Estoy triste
no tanto como aquel día
pero se desprende de lo mismo,
aquello hizo estragos en mi vida
y no habrá momentos de mayor tristeza. Ha sido como una fuerte tormenta que arrecia en medio de un tumultuoso océano de desesperación,
eso lo tengo claro.

También tengo claro cuándo fui más feliz, acontecimientos igualmente relacionados con ELLAS y eso me permite reflexionar acerca de esos dos puntos (alto y bajo) acaecidos en los años que tengo de vida.
Pero, ¿eso lo tienen claro todas las personas? ¿cuál fue el momento más feliz? ¿y el más triste?
Y más aún,
¿hay opciones para que en un futuro cualquiera de los dos puntos pueda ser superado?

¿Habrá un límite para la felicidad? O después de haber sido inmensamente feliz, se puede ser más feliz todavía? Y lo mismo con el dolor...

9 comentarios:

akxi dijo...

Picos (hacia el cielo o el abismo)hay en toda vida, sino seríamos una línea continua aburrida...

Serán superados?

Te deseo que sea así, porque si perdieras esa capacidad, no sólo caerías en la monotonía, sino en la pesadilla de perder tu humanidad y con eso no se juega...

¿qué serías?

EMOCIONES INTENSAS HACEN FALTA EN ESTA VIDA!!!

Jaqui dijo...

No sé si ya habré sido lo más feliz o lo más triste que haya podido ser. Pero sé, que seguiré luchando porque mis momentos de felicidad, dependan de mí.

Cristibel dijo...

Carpe Diem.

Julia Ardón dijo...

Precioso lo que dice Jaqui.
eso es!

Jen® dijo...

yo creo que aun en la felicidad más grande existe la tristeza, y eso es lo que nos hace sentir felices cada vez que es posible.

Noctámbulo Desesperado dijo...

Como diría un pensador, si no existiera el NO, el SI no tendría razón de ser

Diego dijo...

No tanto Carpe Diem, sino es un vivir del ahora pensando un poco "existencialista"
Esto me recuerda mucho a los temas tratado en la pelicula Waking Life.

Saludos
http://motel9meses.blogspot.com/

^^

Anónimo dijo...

hay dos limites para la felicidad y la tristeza...
primero: la muerte...
segundo: uno mismo, somos internamente muy poderosos, a tal grado de sin darnos cuenta elegir el grado de mmm no se como decirlo el grado de tolerar una emocion, nosotros mismos damos riendas sueltas a sufrir grandemente, a la melancolia, y todo lo que produce la soledad y frustracion... yo lo he vivido grandemente...
la vida es sencilla! somos nosotros la que la complicamos! una vez que uno entiende ciertas cosas, la felicidad no tiene limites... en mi caso la ley de todo lo que sube tiene que bajar se cumple...cada vez que me pongo feliz! euforico, al final del dia tendre la repercusion, caer en un abismo que de equidad a mi emocion, si subo al cielo...bajare al abismo! mmm como la goma! algo asi

Anónimo dijo...

Dificiles preguntas, creo que todo depende de la persona y su circunstancia. Sólo te diré que yo me he sentido feliz, inmensamente feliz tras el dolor. Claro que mi dolor es mínimo si lo comparo con el tuyo que aquí, entre tus letras, adivino.

Un abrazo